Beneficios del aceite de ricino
Al oir “aceite de ricino” siempre me viene a la cabeza las batallitas que me contaba mi abuela de cuando su madre le pedía que fuera a comprar una botella… Tradicionalmente se usaba como purgante, pero en la actualidad está más extendido su uso tópico. Vamos a explicaros un
poco cuáles son los beneficios de este aceite vegetal y qué precauciones debemos tener con él.
El aceite de ricino se obtiene mediante presión en frío de las semillas de la planta Ricinus comunis. En inglés recibe el nombre de Castor oil, por lo que muchas veces se traduce como “aceite de castor” y crea algunas confusiones: el aceite de ricino sustituyó al de castor, que se
utilizaba antiguamente en perfumería, pero se mantuvo el nombre.
El aceite de semillas de ricino es 100% vegetal y no procede de secreciones de glándulas del castor.
Nuestro favorito es el Aceite Vegetal de Ricino de Pranarom, porque procede de agricultura ecológica y cuenta con el certificado ECOGARANTIE® (Control Certysis), que asegura que el producto cumple unas especificaciones muy estrictas en cuanto a sostenibilidad, respeto de los derechos humanos o justicia social, limitación del impacto ambiental y seguridad en todo su proceso de fabricación. En este enlace podéis consultar más acerca de ECOGARANTIE®
El aceite de ricino se emplea sobre todo para mejorar el estado del cabello y las uñas. Es muy rico en ácido ricinoleico y otros ácidos grasos: contiene aproximadamente un 91% de ácidos grasos omega-9 y un 4.5% de ácidos grasos omega-6.
Los principales efectos del aceite de ricino son:
- Nutritivo y protector para cabello y uñas.
- Fortificante capilar: tonifica el cuero cabelludo, protege el cabello y aporta brillo y volumen.
- Nutritivo y endurecedor de las uñas: refuerza y protege las uñas frágiles y quebradizas, dejándolas lisas, brillantes y más resistentes.
Consejos de uso del aceite de ricino:
Cabello: como tratamiento nutritivo intensivo antes del lavado. Se recomienda masajear cabello y cuero cabelludo con el aceite, realizando un masaje, de 2 a 3 veces por semana. Envolver el pelo con una toalla caliente y dejar reposar de 30 – 60 minutos. Posteriormente, lavar con el champú habitual. Si tenéis el cuero cabelludo graso, os recomendamos realizar este proceso solo de medios a puntas.
En cabellos secos, se puede añadir unas gotas al champú o acondicionador. Os recomendamos añadirlo a la porción que utilicéis en cada lavado y no al frasco completo, puesto que los aceites se enrancian con facilidad.
Uñas: aplicar una gota de aceite en cada uña todas las noches, realizando un suave masaje e insistiendo en la zona de la cutícula.
Pestañas y cejas: recordemos que son también fibras capilares: un par de gotas de aceite aplicadas sobre cejas y pestañas antes de acostarse las fortalece y nutre, ayudando a mejorar su aspecto rápidamente.
El Aceite Vegetal de Ricino de Pranarom es solo apto para uso externo, no puede ser ingerido.
Hay que mantenerlo alejado de luz y calor y consumirlo en los tres meses siguientes a su apertura, ya que como casi todos los aceites se enrancia con facilidad.Además, si queréis ir un poco más allá, podéis combinar el Aceite Vegetal de Ricino con distintos aceites esenciales para conseguir fórmulas dignas de un alquimista, consultadnos si estáis interesad@s y os facilitaremos alguna pócima 😉
Muy buenos consejos sobre el aceite de ricino, gracias.