Irritación ocular en verano
Con el verano, cada vez tenemos a más gente que nos pregunta sobre la irritación que padecen. Estos «ojos rojos» normalmente se deben por diversos factores:
- El aumento de la radiación solar.
- Uso de piscinas con alto contenido en cloro.
- Aumento de las actividades al aire libre
Para solventar estos posibles prejuicios sobre nuestros ojos es importante:
Utilizar las gafas de sol de modo cotidiano
Es imprescindible una elección adecuada de las mismas. Existen dos factores determinantes para elegir correctamente nuestra protección ocular:
Color del cristal, la moda actual está haciendo florecer una gran cantidad de colores de lentes pero cada color es adecuado para una actividad:
Verde: para deportes nauticos e hipermétropes.
Marrón: para deportes al aire libre y miopes.
Gris: especiales para conducir.
Amarillo: para días nubosos y con niebla.
Naranja: para conducción nocturna, no para el sol.
Tipo de cristal y nivel de protección, hay dos tipos de cristales filtrantes: los minerales se rayan poco pero son sensibles a los golpes y los orgánicos ligeros y resistentes a los golpes. Ambos pueden recibir tratamientos, como el antirreflejo, el fotocromático (el cristal se oscurece con la luz), el de color o el espejado. Los niveles de protección varían del 0 al 4. Para las situaciones de sol normal, el nivel 3 es suficiente, pero para la montaña se aconseja un nivel 4. Las gafas con protección 4, sin embargo, no deben utilizarse para conducir.
La hidratación ocular
Una correcta hidratación ocular no sólo ayuda a mantener una buena visión sino que ayuda a reducir afecciones oculares. Dada la diversidad de productos que existen para combatir la sequedad dedicaremos próximamente un capítulo propio.
Si aún tomando estas medidas, seguís sufriendo irritación en los ojos, seguro que en una farmacia podéis encontrar colirios que se adapten a tu dolencia y a tus circunstancias. Recordad no abrir mucho los ojos bajo el agua de la piscina, ¡feliz verano!